Amy Overby || Maestra de preescolar
Cada niño llega al aula con sus propios intereses, fortalezas, personalidad y experiencias de vida. Nuestra función como docentes es conocer a cada niño individualmente y ayudarlo a aprender y practicar las habilidades necesarias para estar listo para el kínder. Estas habilidades se retienen mejor cuando las aprenden a través del juego y las experiencias de la vida real.
Lo primero que necesita un niño antes de poder aprender es un entorno seguro. Mantener el aula segura es responsabilidad de todos. Cuando se crea un ambiente seguro y acogedor, los niños están ansiosos por intentar tareas más difíciles, pedir o brindar ayuda, animar a otros y aprender.
Mi interés por la educación infantil surgió tras una formación en la que aprendí que las habilidades socioemocionales son habilidades que deben enseñarse a los niños, como enseñarles a caminar, identificar letras y contar. Estas habilidades, como respetar turnos, resolver conflictos durante el juego, identificar nuestras propias emociones y ser capaces de tranquilizarnos, son muy importantes en la escuela y en la vida diaria.

